La última reunión del G.8 en San Petersburgo coincidió con la invasión israelí del Líbano, pero es igual, señores, siempre cualquier reunión de los todopoderosos del mundo mundial coincide con algún Afganistán, con algún Irak, con algún Ciudad del Cabo o con alguna Chechenia, también de este jodido y sufrido mundo. Y siempre, siempre, las fotos que se ven en televisión y se publican en los periódicos me encienden la sangre, y me hacen jurar en arameo, y ciscarme en cuanto se menea. No existe testigo más fiel, veraz y fiable que las fotos. Las palabras falsean, mienten, ocultan, justifican, confunden, callan? Una foto, no. Una foto es muda, pero elocuente. Las palabras hablan al oído, pero las fotos hablan al alma.
Y veo la de un niño libanés muerto junto a los cadáveres del resto de su familia, y veo otra de George Bush riendo a mandíbula batiente por alguna gracia con Vladimir Puttin? pero yo no le veo la gracia por ningún lado, mcagonsusmuelas? Y veo las columnas de refugiados andar la carretera y su mirar espantado a los muertos carbonizados en las cunetas, y otra que sale el mismo Bush (debe ser un bromista el hijoputa) echándole las manos al cuello a Ángela Merkel? Y se me revuelven las tripas. Y veo a un comentarista de TV entrevistar a un miembro de las fuerzas de la Onu, mientras, de fondo, se escucha el llanto desconsolado de una niña aterrada por la caída de las bombas. Y veo otra de Condoleezza Rice reír con ganas junto a Ehud Olmert, primer ministro israelí. Y no sé de qué coño se ríen estos jamelgos? No lo sé. De verdad que no lo sé?
Creo que los rusos se gastaron la pasta gansa que no tienen en acicalar San Petersburgo como sede del G-8 este de los collions, en abrillantar las estatuas, limpiar fuentes, pintar fachadas y desratizar todo el barrio circundante al palacio de Constantino. Sin embargo, las ratas estaban dentro, charlando, comiendo, riendo, y repartiéndose el mundo entre ellas. Y haciéndose fotos, muchas fotos. Lo que pasa es que también salen en los medios las fotos de los frutos de los que son directísimamente responsables. Y entonces la cagamos porque comparamos? Dicen que las autoridades soviéticas han prohibido sacar a las calles los animales domésticos y forzaron a que los ciudadanos vistiesen sus más festivas galas, e incluso, a los menos deseados, les pagaron unas vacaciones mientras duró la cumbre. Sin embargo, los animales indomésticos y los vecinos más indeseables los tenían dentro, en contínuos acuerdos, ágapes y autoagasajos, mientras las calles del Líbano, y de Irak, y de Palestina, siguen escupiéndonos a la cara fotos y más fotos de inocentes masacrados.
Si yo tuviese sobre mi conciencia tanta muerte de niños, mujeres y civiles sin nombre y sin culpa, tantos críos anónimos mutilados y errabundos, tanto error táctico y tanto daño colateral, y tanta destrucción y tanta desesperanza a costa de los más débiles, desde luego no tendría ganas de reír, ni de gastar bromas, ni mucho menos de poder dormir tranquilo. Sin embargo, se ve que ellos, para no tener que soportar la carga de los remordimientos se han extirpado las conciencias y las han tirado al recipiente de los residuos morales. Es mejor así. Hay cosas y casos para los que la conciencia estorba, por lo que es mejor no tenerla. Y punto. Los dirigentes mundiales, o es que se han operado de la conciencia o es que nacieron sin ella. No se podría explicar si no. Porque nada, nada, nada, justifica la muerte de un solo niño. Lo diga quién lo diga, ¿Estamos..?.
|