TIPO:
CONJUNTO RELIGIOSO. CRONOLOGÍA: SIGLO XVI - XX.
Es
el monasterio de mendicantes más importante de la diócesis
de Cartagena. Se fecha el inicio de su construcción en
el segundo tercio del siglo XVI y en parte es simultánea
a la conclusión de la Iglesia arciprestal de la Asunción.
La entrada se verifica por una triple arqueria de ladrillo visto,
en cuyo fondo se pueden apreciar los restos de una inscripción
sacra.
Se distinguen dos zonas bien diferenciadas, por un lado la Iglesia,
abierta al culto, con capillas laterales y nave central, con altar
y camarín rococó y el área ciaustral y monacal,
antes sin acceso al público, pero que hoy en día
sí se puede visitar, con un patio central que es el que
relaciona ambas partes. A éste se accede por una portada
de sillares con dintel triangular que merece la pena ser observada
con detenimiento.
Así mismo el patio es uno de los elementos que deben ser
visitados, tanto por sus columnas estilizadas, como por los rosetones
yescudos, que son pequeñas obras de arte en sillería
que ofrecen una visión armónica de este espacio.
El tratamiento externo de las capillas y ábside deja en
evidencia la mezcla entre la tradición gótica y
el repertorio renacentista. Es también una arquitectura
medieval puesto que las proporciones no responden aun mandato
interno y relacionado entre sí. Pero por el contrario el
patio es un ejemplo de la adaptación de los cánones
clásicos a lo que podríamos llamar la arquitectura
religiosa popular de ese momento.
El camarín, de planta poligonal, ofrece un claro ejemplo
de la arquitectura rococó, con abundancia de rocalfas y
dorados y pavimentos de azulejeria valenciana del ultimo tercio
del siglo XVIII. En sus paredes se pueden observar cuatro lienzos,
necesitados de una profunda restauración, pintados por
Francisco Villanueva de tema reli- gioso fechados a principios
del siglo XIX. Merece la pena fijarse y contemplar las escenas
de caza y de río que adornan ésta estancia.
La escultura y los retablos de las capillas completan el recorrido
por este monumento tan personal. De la primera destacamos la existencia
de una Dolorosa, tradicionalmente atribuida a la mano de Francisco
Salzillo, si bien es posible que se trate de una obra de taller.
Otras esculturas corresponden a la época actual, entre
las que cabe señalar la imagen de la Virgen Inmaculada
de Fernández Andes, recien- temente restaurada. Como hemos
dicho destacan algunos retablos de capilla, que aunque muy alterados,
aún dejan entrever la calidad artística de los tallistas
barrocos.
Localización:
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