Las
mujeres transforman la sociedad a través de su participación
en todas las áreas y mediante diversas prácticas.
Las feministas de 108 siglos XVIII y XIX reclamaron para las mujeres
los nuevos derechos de mocráticos y civiles que tenían
los hombres, como el derecho al voto, el derecho a la educación
y al acceso a servicios sociales.
A finales de la década de los sesenta, el movimiento de
liberación de las mujeres no signfficó sólo
la lucha por obtener los mismos derechos que los hombres, sino
también un cuestionario en lo de los modelos y valores
masculinos, intentando crear una visión del mundo libre
de los sesgos sexistas.
Esta «segunda ola de feminismo» consigue poner en
el plano político, tanto nacional como internacional, los
asuntos de sexo-género. Una consecuencia de la misma fue
la celebración en 1975 en México de la I Conferencia
Mundial de Naciones Unidas sobre las Mujeres. En ese mismo año
se proclamó el Año Internacional de las Mujeres.
La
IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre las Mujeres se
ha celebrado en Beijing (China) en septiembre de 1995. El objetivo
de la Conferencia ha sido revisar las acciones previstas en las
«Estrategias de Nairobi Orientadas hacia el Futuro para
el Avance de las Mujeres», que fueron propuestas en la III
Conferencia Mundial, y desarrollar propuestas para que sean una
realidad en el año 2000. La «Declaración de
Beijing» y la «Plataforma para la Acción»
son los documentos aprobados en la Conferencia y con los que se
pretende impulsar la participación activa de las mujeres
en el ámbito político, económico, social
y cultural, estableciendo asimismo medidas concretas e instrumentales
para llevarlas acabo.
Desde 1975 hasta la actualidad se ha avanzado considerablemente
en los derechos y posibilidades de actuación de las mujeres
en los diferentes países, pero aun queda mucho trabajo
por delante.
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